viernes, 8 de junio de 2007

Historia de la Oración a San Miguel Arcángel



El enemigo desenmascarado


Era un día de diciembre de 1884 o de enero de 1885, en el Vaticano, en la capilla privada de León XIII. Después de haber celebrado la misa, el Papa, según su costumbre, asistió a una segunda misa. Hacia el final, se le vio levantar la cabeza de repente y mirar fijamente hacia el altar, encima del tabernáculo. El rostro del Papa palideció y sus rasgos se tensaron. Acabada la misa, León XIII se levantó y, todavía bajo los efectos de una intensa emoción, se dirigió hacia su estudio.Media hora más tarde, hizo llamar al secretario de la Congregación de Ritos. Le dio una hoja, y le pidió que la hiciera imprimir y la enviara a los obispos de todo el mundo. Era una oración al arcángel San Miguel, compuesta por el mismo León XIII. León XIII confió más tarde a uno de sus secretarios, Mons. Rinaldo Angeli, que durante la misa había visto una nube de demonios que se lanzaban contra la Ciudad Eterna para atacarla. De ahí su decisión de movilizar a San Miguel Arcángel y a las milicias del cielo para defender a la Iglesia contra Satanás y sus ejércitos. Años más tarde, la oración a San Miguel fue suprimida en la reciente reforma litúrgica. El 24 de mayo de 1987 Juan Pablo II afirma que: en el santuario de San Miguel Arcángel en el Monte Gargan: <>. Las hostilidades no han cesado, los ejércitos de Satanás no han sido desmovilizados. Por lo tanto la oración continúa siendo necesaria.

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